Armin
Mohler en “La Revolución
Conservadora en Alemania” escribe sobre el quinto grupo de
lo que el considera la revolución conservadora (RC). Normalmente los estudiosos
RC no hablan mucho de ellos. Se trata del movimiento Campesino. En realidad
Mohler se refiere a las revueltas campesinas del norte de Alemania en los años
1928 y 1929 sobre todo. El nombre que recibe este movimiento es el de
Landvolkbewegung, todo junto para la búsqueda en Internet. El nombre no tiene
nada de particular y es hoy el nombre de un movimiento campesino católico.
El material para conseguir información sobre este movimiento es
escaso, todavía mas en lengua española, y se trata en las fuentes originales de
las publicaciones periódicas del movimiento y en el relato de dos libros: el de
Ernst Von Salomon “La Villa ”
Die Stadt de 1932 y el de Hans Fallada “Agricultores, tiros y bombas” Bauern, Bonzen und Bomben, de 1931.
El relato de modo sencillo del
movimiento es la reacción de los campesinos del norte de Alemania, sobre todo
de la región de Schleswig-Holstein, ante la devaluación de sus productos en el
momento que se abrieron las exportaciones de productos agrícolas y ganaderos
bloqueados tras la guerra mundial. Las explotaciones estaban hipotecadas y la
ejecución de las hipotecas o el cobro de algunos impuestos, hace que nazca una
resistencia, que primero será pasiva y no violenta, y que luego tendrá
episodios muy violentos de una minoría.
Se suele dar la fecha del 19 de
noviembre del 1928 para el inicio de estos episodios con un incidente en el
intento de cobrar unos impuestos con la requisa de unos bueyes a unos
campesinos. Los campesinos de los alrededores con su presencia con antorchas
consiguen que los bueyes sean devueltos a sus dueños. El 26 de noviembre el
movimiento campesino se da a conocer por una gran reunión pública. El
movimiento se extiende sobre todo por las regiones vecinas del norte de
Alemania. En marzo del 29 se funda el periódico Das Landvolk. Se fundan otros periódicos
y publicaciones ligadas a sus posiciones. En abril los granjeros que iban a ser
expropiados en noviembre son condenados junto a algunos de sus vecinos.
El movimiento mantiene su táctica
de la resistencia pasiva. Si una propiedad es expropiada ningún otro campesino
osa intentar su ocupación o compra. Y si lo intentase ninguno de sus vecinos
haría tratos con él.
El 1 de agosto de 1929 en
Neumusnter una marcha pacifica es atacada por la policía y su símbolo la
bandera negra es confiscada. Los campesinos contestan con un boicot a la ciudad
y no llevan sus productos leche, huevos, verduras y otros a la ciudad y dejan
de comprar en los comercios locales y beber y comer en su hostelería. En junio
de 1930 las autoridades locales quieren devolver la bandera negra a los
campesinos en un acto público de desagravio, pero la prefectura lo impide. Pero
en noviembre ya no puede impedir la celebración del acto.
Pero lo que queda a la luz pública
son una serie de atentados a entidades oficiales entre noviembre del 28 y
setiembre del 29, estos atentados no producen heridos. Se suele atribuir estos
atentados a los nacional-revolucionarios y Bundisch que apoyaron a los
campesinos. Los relatos de Von Salomon y Fallada se centran en esta situación.
En opinión de Mohler se da una vez mas la contradicción entre los elementos
tradicionales campesinos y la opción “dynamitera” moderna en estos momentos,
contradicción que Mohler señala como una de las características de la RC , la defensa de valores
tradicionales con medios ultra-modernos. Esta interacción es permanente y
todavía difícil de comprender por algunos.
Pero la identificación del
campesino con el lanzador de bombas deforma la imagen del movimiento, no solo
porque los atentados son desaprobados por gran parte de los campesinos, sino
porque las bombas son las notas del mutismo del movimiento campesino. El
movimiento campesino además muestra como tanto el partido comunista KPD como el nazi NSDAP toman la opción
parlamentaria como la vía política por excelencia, y en parte demuestra que la Republica de Weimar
hubiera podido ser más débil sin su apoyo. Este mutismo del movimiento
campesino se enraíza en parte en el sentido de sufrimiento de los campesinos
que han de pasar todo tipo de penalidades en la guerra y en la paz. Este
mutismo es impresionante por parte de líder del landvolkbewegung, Claus Heim,
un granjero de una familia de terratenientes instalado en la región, no se sabe
mucho de este hombre taciturno, hostil a toda publicidad, cuya actitud forma
parte de la forma de ser del movimiento. Se cuenta que de joven se instalo en Sudamérica
y que cuando los bancos intentaron cobrar sus deudas de la granja de cerdos que
tenia, los mato antes de que se los pudieran llevar para cobrarse. Dicen que
mato 5000 cerdos. Participó en la primera guerra mundial como oficial y regreso
gravemente herido. Durante el juicio al movimiento le condenaron a 7 años de
prisión. Durante la celebración del juicio permaneció callado y luego rechazo
apelar la sentencia o presentarse como candidato seguro de elección del NSDAP
lo que le hubiera valido la libertad o de presentarse como candidato a la presidencia
del Reich gracias a las 28000 firmas recogidas en poco tiempo. Finalmente el 10
de junio de 1932 es puesto en libertad gracias a una ley de amnistía promulgada
con el apoyo del KPD y NSDAP en el Landtag de Prusia.
Pero esta amnistía testimonia
en lo que se convirtió el movimiento campesino durante la detención de Claus
Heim. A partir del otoño de 1930 los partidos intentan aprovechar el movimiento
y dedican sus mejores propagandistas al tema e incluyen las demandas campesinas
en sus programas, en especial comunistas y nacional-socialistas, las
características del propio movimiento anárquico en si mismo, sus divisiones y
el carácter campesino hacen que el movimiento se diluya. Aunque el nacional-socialismo
luego legislo alguna de las cuestiones que demandaban como por ejemplo las
herencias de las propiedades agrícolas.
Este es el ejemplo de un
movimiento de posibilidades perdidas que se pierde en la arena, pero que a la
vez continúa soterradamente. Mohler dice que en la Alemania de su tiempo.
Pero en algunos aspectos extensible al mundo rural europeo actual.
Tomado de la versión francesa
de la "Revolución Conservadora en Alemania" de Armin Mohler editado por Pardes en 1993, paginas 201 a 206.
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