Las contradicciones
del ecologismo progresista (II)
En la jornada de
lucha por las semillas campesinas, afirmamos que estas son una afirmación de la
identidad y el arraigo.
Hoy, 17 de abril, La Vía Campesina, el movimiento campesino
internacional, moviliza a millones de campesinas y campesinos alrededor del
mundo en favor de las semillas campesinas.
Pero una destacada miembro, o a lo mejor
prefiere miembra, de Podemos, sector puro, es decir Izquierda Anticapitalista, escribe
su sermón en Publico titulado “Internacionalismo campesino”.
Otra vez volvemos a lo mismo, defendemos lo nuestro,
nuestras semillas, reproducidas localmente,… y decimos que eso es
internacionalismo. Y van y se lo creen.
Es evidente que Esther Vivas, número uno en la anteriores europeas de la lista
apoyada por Izquierda Anticapitalista, es un buen vocero en algunos temas ecológicos
y de consumo responsable y de proximidad, pero su encadenamiento político le
hace patinar enormemente en algunos momentos.
Las semillas que los campesinos reproducen son productos
adaptados a los lugares en que se reproducen, son producto de una selección
natural, pues solo se reproducen las que se adaptan bien a un territorio, y de
una selección humana, se seleccionan los frutos que mejores resultados dan en
ese lugar. ¿Qué tiene eso de internacionalismo?
Es evidente que la lucha por las semillas campesinas
es un acto anti-globalización, de lucha contra las multinacionales de las semillas
y los transgénicos. Pero estos tíos de la extrema izquierda han pasado de la
alter-globalización a su viejo internacionalismo. ¿Qué le vamos a hacer?.
No dejaremos que las cosas se confundan. La
tierra no es internacionalismo, y las semillas campesinas tampoco. Son
identidad y arraigo. Y lo demás son puñetas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario